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GITANOS EN ISRAEL

"NOSOTROS PERDEMOS EN AMBOS LADOS"

 

Por:

EETTA PRÍNCIPE-GIBSON

 

[…] Amoun Sleem es una Gitana. Hace parte de los casi mil Gitanos que viven en Jerusalén. Allá muy pocos conocen sobre su existencia. Socialmente marginados y políticamente invisibles, la inmensa mayoría de los Gitanos viven inmersos en una pobreza abyecta y en desesperación profunda. "Para los árabes, nosotros los Gitanos somos Nuwari, vocablo despectivo que significa sucios", dice Sleem en su inglés con acento árabe. "Pero los judíos y las autoridades de Israel nos consideran igual que a los árabes. Nosotros perdemos en ambos lados".

 

El pueblo Gitano en Israel numéricamente hablando está menguando aceleradamente y su cultura e idioma están desapareciendo inexorablemente. En la escala social los Gitanos se encuentran por debajo de los palestinos y de los judíos. Las nuevas generaciones de Gitanos prefieren esconder su identidad […].

 

Sleem, de 28 años y nacida en Jerusalém, recuerda la humillación y el dolor de su propia niñez. "Los otros niños sabían que nosotros éramos Gitanos por el color de nuestra piel y por los nombres que nuestros padres nos dieron. Nos discriminaban porque éramos muy pobres. Como no teníamos dinero suficiente para comprar ropa o los libros de la escuela, nos fastidiaban todo el tiempo".

 

Ella recuerda que cuando tenía doce años "había dos o tres niños Gitanos en la clase. El maestro nos llamó al frente del salón y delante de todos nos revisó nuestras cabezas para ver si teníamos piojos o suciedad en las uñas. Fue muy humillante".  

 

Su madre murió en un parto cuando ella contaba con seis años de edad. En medio de muchas dificultades ella y sus ocho hermanos fueron levantados por su padre. Desde un principio ella supo que la educación estaba fuera de su alcance pero se sobrepuso a las adversidades y logró evadirse de los círculos viciosos que han atrapado a la mayoría de los Gitanos en Israel. Así completó la escuela secundaria y accedió a un grado de administración comercial.

 

Los Gitanos, al igual que los residentes Palestinos de Jerusalém oriental son considerados legalmente residentes de Israel. La mayoría depende del Instituto del Seguro Nacional como única fuente de ingreso, pero no tienen seguro de salud u otros beneficios.

 

Condenados a la pobreza continuada y a la marginalidad, muchos niños Gitanos se quedan por fuera del sistema escolar.

 

[…] Sleem vive con su familia en la casa donde han residido durante setenta y cinco años. Los cuartos son modestos y simples, con pocas comodidades. Algunas flores y cuadros de plástico aclaran las paredes de la vivienda.

 

[…] Los Gitanos han vivido en el Medio Oriente durante varios cientos de años, a dónde llegaron durante la Edad Media europea como parte de su migración extendida. Aquí ellos se llaman Domi o Domari.

 

Durante el Mandato Británico, los Gitanos vivieron en campamentos en Jerusalén, Jaiffa y Gaza. A lo largo de los años ellos se establecieron en casas permanentes en la "Ciudad Vieja" y en diferentes barrios árabes, fuera de los muros. En 1948, la mayoría de los Gitanos huyeron hacia varios Estados árabes.

 

Hoy [2000], más de mil Domi viven en Jerusalém, principalmente en El-Hutta de Bab, Kalandia, Eizariya, El-Amud de Ras, Wadi Joz y otras comunidades pequeñas. Muchos otros viven en Gaza.

 

[…] Aparte de sus características físicas, para un forastero sería muy difícil establecer quien es o no un Domi. En el Medio Oriente los Gitanos preferentemente han asumido la religión musulmana, aunque, según Sleem, la mayoría no son devotos ni atentos seguidores de la doctrina. 

 

Sólo unas tradiciones residuales permanecen. Según Sleem, los Domi en Jerusalén no bailan ni cantan, ni tocan instrumentos musicales, como tampoco dicen la buenaventura, aunque algunas todavía lo hacen en Gaza.  En Jerusalén las pocas mujeres viejas que todavía recuerdan canciones antiguas, las cantan exclusivamente en las bodas.

 

[…] Su idioma tradicional es el Domari, que es muy similar al Romaní. No hay ninguna tradición escrita, aunque, por su puesto, sin una extensa y variada tradición oral aún persiste. Actualmente sólo unas pocas personas viejas recuerdan el Domari y nadie se preocupa por enseñarle a las nuevas generaciones su idioma vernáculo.

 

El Ministerio del Interior, al igual que otras agencias gubernamentales de Israel, no reconoce al Domi como un colectivo cultural diferenciado, por lo que lo ubican legalmente como parte de los árabes.

 

[…] Pero incluso, sin el censo, la pobreza es obvia. Los niños sucios, pobremente vestidos, reciclando basuras por las calles, dicen lo que un censo apenas podría revelar.

 

"La mayoría de los Domi son tan pobres", dice Sleem. "Ellos no tienen nada. Ellos viven en casas de arriendo, a menudo de veinte o treinta hacinados en una humilde vivienda de dos cuartos por la que los propietarios cobran elevadas rentas".

 

[…] Los Domi están en el fondo de la escala social, económica y política. No reciben casi nada en términos de servicios sociales y beneficios públicos. Sleem expresa que "con tal que les permitan a los Gitanos vivir dignamente, con tal que nosotros podamos enseñar nuestra cultura e historia y con tal que podamos mejorar sustancialmente la situación de nuestros niños, los Gitanos estaremos contentos con cualquier gobierno […]".