Europa

Rumanía investiga tráfico de óvulos perpetrado por médicos israelíes

Las beneficiarias pagaban entre 12.000 y 15.000 euros por una fecundación in vitro con óvulos de jóvenes rumanas, la mayoría de ellas eran de origen Rom

Por: Mihaela Rodina - 22/07/2009

Las autoridades rumanas abrieron una investigación sobre un tráfico de óvulos en el que están implicados varios ginecólogos israelíes que trabajan en una clínica de Bucarest, cuyo cierre ya solicitó el Colegio de Médicos en 2006. Unas 30 personas están incriminadas en el caso, entre ellas los dos responsables israelíes de la clínica Sabyc -un padre y su hijo, que fueron arrestados el lunes- y algunos compatriotas, especializados en técnicas de procreación asistida, según la Fiscalía rumana.

Todos ellos están acusados de haber «organizado un tráfico de células humanas con el objetivo de obtener beneficios materiales». Las beneficiarias eran en su mayoría mujeres israelíes que pagaban entre 12.000 y 15.000 euros por una fecundación in vitro (FIV) realizada con óvulos procedentes de jóvenes rumanas en precaria situación económica, según los medios.

Las donantes recibían a cambio entre 190 y 238 euros (de 267 a 335 dólares), en un pago que violaba la ley según la cual la donación de órganos o células no puede ser remunerada. «Aprovecharse de la precaria situación financiera de las donantes para ganar dinero no es sólo inmoral sino también criminal», denunció el presidente del Colegio de Médicos de Bucarest, Vasile Astarastoaie.

«Lo más grave de este caso es que los médicos pisotearon la dignidad humana (de las donantes) y realizaron un tráfico de células ignorando voluntariamente los riesgos para la salud», subrayó Astarastoaie en una entrevista a la AFP. Según él, el Colegio de Médicos mantenía borrada desde 2006 a la clínica Sabyc del registro de centros que podían realizar FIV porque «sus actividades se realizaban bajo la cobertura de un programa de investigación».

Los responsables de la clínica nunca impugnaron esa decisión, «pero parece ser que nadie verificó si había sido respetada, ya que se siguieron practicando FIV», añadió Astarastoaie. Según el director de la Agencia para los Trasplantes, Victor Zota,Sabyc , creada en 1999, sólo fue autorizada a realizar FIV hace una semana, mientras que la clínica afirmaba en su sitio internet que había practicado nada menos que 1.200.

En una inspección al centro, el domingo, «los investigadores encontraron a 30 personas listas para hacerse una FIV», precisó la Fiscalía. También descubrieron que los empleados falsificaban las fichas de las donantes, modificando sus características físicas, como el color de ojos o del pelo y el coeficiente de inteligencia, para que correspondiesen a los deseos de las beneficiarias de los óvulos.

Según los medios rumanos, que interrogaron a varias donantes, la mayoría de ellas eran de origen Rom. El senador Iiulian Urban denunció, por su parte, «complicidades dentro del ministerio de Sanidad y de la policía» y habló de una posible evasión fiscal de la clínica Sabyc «en beneficios de 20 millones de euros» (28 millones de dólares).

Rumanía ya fue escenario de un escándalo parecido en 2005, cuando se descubrió en Bucarest otra clínica, la Global Art, que también llevaba a cabo un tráfico de óvulos. Esa investigación, sin embargo, se cerró sin ninguna condena.

Según el semanal Academia Catavencu, esa clínica se instaló en Chipre, si bien siguió reclutando a donantes rumanas. Astarastoaie, por su parte, se negó a calificar a Rumanía de «destino del turismo procreador», si bien reconoció que una FIV en suelo rumano «cuesta siete u ocho veces menos» que en otros países de la Unión Europea. «Aparte Global Art y Sabyc, las otras once u 12 clínicas que llevan a cabo FIV respetan las normas muy estrictas impuestas por la Agencia para los Trasplantes», aseguró

Fuente: La Voz de Galicia.es

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