América

GITANOS, ENTRE LA TRADICIÓN PROPIA Y LA SOSPECHA DE LOS DEMÁS.

PUEBLO SIN PATRIA

 


Por:
NICOLÁS NAGLE  

Los principales grupos están en Las Piedras y Maldonado. Venden autos usados y ollas. ¿Son violentos? ¿Son estafadores? ¿Son supersticiosos? Los gitanos contestan.  

Anduve por muchos caminos en ellos encontré Rom afortunados en sus coloridas carpas.

También me encontré con Rom pobres.

¿De dónde vienen con sus tiendas coloridas, recorriendo los caminos? (*)

 

 

 

En Maldonado está la principal concentración de gitanos del Uruguay. La mayoría vive en carpa y otros construyeron casas. Pero esas casas no les impide peregrinar varios meses al año por Argentina y Brasil para luego retornar al hogar. Es durante esos viajes que todos los gitanos, los más y los menos tradicionales, recuperan el estilo de toda la vida.  En Maldonado vivían 48 personas distribuidas en cinco carpas.
 
En cada una de ellas vivía una familia. Dos familias decidieron marcharse al Chuy. Ahora son 32 personas que residen allí en terrenos de la municipalidad. Frente a ellos, del otro lado del arroyo hay un asentamiento con ranchos de chapa y madera.  Danilo Estorin es el "cacique" y el encargado de que "todo esté bien y en orden". Suplanta a su padre, que viajó a Estados Unidos para reunirse con otros gitanos. Danilo viste de manera informal, con bermudas y camisa abierta, pero su voz de mando se hace notar. Cuando habla con los demás miembros de la comunidad lo hace en un dialecto proveniente de Montenegro, una provincia de la ex Yugoslavia y actual república independiente. "Cuando estamos en familia, sólo hablamos nuestro idioma", señala Estorin.  
 
La escritora y antropóloga Teresa Porzecanski señala que la lengua de los gitanos, denominada romaní, "es el resultado de sucesivas incorporaciones de diversos idiomas a lo largo de más de mil años de migraciones. Esto quiere decir que el romaní está formado básicamente por incorporaciones de otras lenguas, entre ellas el yugoslavo".  Por esa razón, muchos gitanos uruguayos provenientes de dicha zona balcánica dicen hablar en montenegrino o yugoslavo. Prácticamente todos ellos son bilingües, ya que desde pequeños se les enseña a hablar el romaní. Antes no solían ir a la escuela y todo lo que aprendían era por su familia. Pero en la actualidad los niños son enviados a centros de enseñanza públicos junto con el resto de los uruguayos.  Son las cuatro de la tarde de un tranquilo y soleado sábado.
 
En la primera de las tres carpas se encuentran cuatro gitanos mirando televisión por cable. Los dos más jóvenes están en un sofá y los otros dos en sus respectivas camas. Dentro de la carpa están todos los implementos de una casa cualquiera. Sobre el piso de tierra hay una cocina a gas e infinidad de ollas y sartenes relucientes.
 
En el mismo ambiente están a la vista armarios para guardar ropa, heladera, un placar, cortinas, sillas, una mesa con mantel…y un grupo de gallinas y pavos que deambulan a su antojo, entrando y saliendo de la carpa, que tiene sus costados abiertos para que corra el aire. Nadie parece estar molesto.  
 
Piedras sobre la carpa  
 
Elías Marcos, el más veterano del grupo, responde amablemente a las preguntas, aunque sin moverse de su cama. Cuando se le interroga sobre su particular nombre, responde que entre los gitanos es común llevar apellidos como Marcos, Nicolás o Jorge. Cuenta que lleva viviendo 20 años en Maldonado y le gusta vivir de esa manera "porque es tradición".  -¿No hace frío en invierno? -No- dice Elías-, prendemos una salamandra y esto queda más caliente que una casa.  Se queja de la Intendencia porque no viene a cortar el pasto. Ha mandado tres solicitudes y no le hacen caso, dice. Elías vive con su mujer y sus siete hijos. Javier Marcos, uno de sus sobrinos, lo acompaña esa tarde. Viste y se ve como un gitano: alto, morocho, ojos y pelo negro. Camisa del mismo color, botas y pulseras doradas.
 
En su antebrazo luce una "K" tatuada que recuerda el nombre de una novia. O algo así.  -¿Y qué hacés durante el día? - Y… ayudo con algún trabajo o voy a visitar a otros gitanos o a mi novia. -¿Y sólo tenés novias gitanas? -No, no, tengo de las dos- dice y se ríe de las bromas de los demás.  La comunidad acepta los matrimonios entre gitanos y criollos, algo impensable años atrás. Hasta en el tema de los matrimonios las costumbres han cambiado. Elías Marcos dice con aire apesadumbrado que su única hija se casó con un criollo y que vive con él en su casa.  ¡Oh Rom!, ¡Oh muchachos! Rom, hermano, una vez también yo tuve una gran familia  "Siempre le tiran piedras a las carpas, eso pasa desde siempre, desde mil años atrás", dice Danilo Estorin, cacique del lugar.
 
El pueblo gitano, o rom, es originario de la India y comenzó su largo peregrinar hacia el oeste en el siglo X. Las causas exactas de la migración se desconocen, aunque algunas leyendas gitanas señalan que fue una guerra con los musulmanes lo que los obligó a empezar a abandonar su país. Desde entonces, se han dispersado por casi todo el mundo, siendo discriminados e incluso perseguidos.  Eso ha hecho que muchos de ellos sean gente desconfiada. Estorin tiene una visión bastante crítica sobre la imagen que gran parte de la sociedad tiene de los gitanos.
 
Eso incluye a los medios de comunicación que muestran películas y telenovelas como El Zorro, la espada y la rosa, emitida por Canal 4 y que según él, "muestra a los gitanos como chorros".  Las noticias tampoco son buenas para los gitanos. Por lo menos las que tienen que ver con ellos. En junio de 2006 a raíz de una banda de ladrones de autos que operaba en Rivera, un diario tituló sin demasiada sutileza: Gitanos estafadores posaron su mirada sobre Guichón y la convirtieron en la ciudad elegida.
 
Unos días antes habían titulado: Mezcla de bandidos: gitanos, abogado brasileño, estanciero y otros procesados por robo de autos. Estorin no considera justo que por culpa de unos pocos tengan que pagar todos, dice, en referencia a los gitanos implicados en robos de autos y a otro acusado de matar a dos policías brasileños en Rivera.  -¿Y se nota cuando sale una noticia como esa? - Claro, la gente que era conocida nos empieza a mirar mal y no podemos trabajar. En las calles te señalan y te tratan de ratero y de chorro. La mayoría de las personas nos ve y dice: "¡Uy, un gitano!".
 
Es como si tuviéramos lepra.  Hasta hace un año, los vecinos del asentamiento les tiraban piedras, pero el problema "se solucionó", dice Estorin sin dar más explicaciones. En todas partes, los gitanos siempre han tenido fama de bravos. Según Porzecanski, es un prejuicio. "No son más ni menos violentos que cualquier otra persona. Si llevan navajas, lo cual es probable en los varones, es por una tradición más que para atacar a alguien", sostiene en referencia a la costumbre de portar armas blancas. Los gitanos son considerados maestos en el manejo de la navaja.  Muchos uruguayos dan fe de que no son violentos. Héctor Campoy es mecánico y ha hecho muchos negocios con gitanos. "Es mentira que se anden peleando.
 
La gente dice que andan en la droga y el contrabando pero eso no es verdad y te lo digo yo que los trato".  Al respecto, Danilo Estorin dice: "los gitanos se hacen pasar por más bravos de lo que realmente son. Es para que no los pisoteen". Cuando se le pregunta sobre si los gitanos se defienden en grupo, contesta: "si es una persona contra otra, no nos metemos. Cada uno soluciona sus propios problemas". Según él, el resto sólo interviene en un caso de "abuso". "Si son diez contra uno, ahí te metés", dice, dando por zanjado el asunto.  
 
Comerciante sí, empleado jamás  
 
Vengan conmigo Rom del mundo entero, nuevamente los caminos se han abierto.  Los gitanos siempre han sido comerciantes de alma. En Uruguay se dedican a la compra y venta de automóviles, actividad que generalmente está a cargo de los hombres. Las mujeres se encargan de la venta de ollas, tachos y utensilios de cocina.  Andrés Nicolau, un gitano de origen brasileño casado con una uruguaya, es claro en cuanto a la vocación autogestionaria: "nos imponemos nuestra disciplina, no dejamos que nadie de afuera nos la imponga".  Una de las principales diferencias que él ve entre su pueblo y el resto de la gente es su posición social.
 
"Un gitano nunca va a trabajar de empleado", dice orgulloso con su voz pausada y acento brasileño mientras manipula el motor de un auto. Nicolau hace años que ha dejado de vivir en carpa y ahora reside en una casa con su familia.  Los gitanos son vinculados al ocultismo y las artes paganas. El mal de ojo, el Tarot y las maldiciones han sido patrimonio de las mujeres gitanas.  Malena Natalia Marcos no se hace cargo de la mayoría de estas tradiciones.
 
Ella se dedica a leer la palma de las manos. Aprendió este oficio de su madre. "Es un don que tenemos", dice Malena.  Según el libro Gypsy Fortune Telling ("Secretos de la adivinación gitana") de Raymond Buckland, el método gitano de adivinación contiene más habilidades de observación que poderes esotéricos.  El método de la "lectura fría" requiere algunas habilidades: utiliza generalizaciones (los hombres están interesados en su trabajo y en el poder; las mujeres, en los afectos, etcétera), requiere buena dosis de intuición personal (para captar en el acto el estado mental del cliente), mucha diplomacia y un mensaje que mezcle adulación y advertencia ("usted es una buena persona, pero hay alguien con pocos escrúpulos que se quiere aprovechar de usted").  
 
Más allá de su trabajo, Malena asegura no ser supersticiosa. "Nosotros no creemos en brujerías", dice, derribando otro mito gitano. En Uruguay los gitanos se declaran católicos, aunque no vayan a misa. Malena, que habita en la tercera carpa, se ha quedado a cuidar a su padre que está enfermo. El resto de las mujeres fueron a Punta del Este, a la avenida Gorlero, lugar que suelen frecuentar para darle la buenaventura a los turistas, una imagen que ya es una postal del balneario.  Los gitanos no admiten ser supersticiosos.
 
Pero Héctor Campoy, vecino de ellos por años en Las Piedras, señala que éstos abandonaron la ciudad a causa de dos gitanas que fallecieron en un accidente protagonizado por un ómnibus interdepartamental en el cual murieron varias personas.  
 
Entiérrenme de pie  
 
Ahora es el tiempo. ¡Oh Rom!, ¡Oh muchachos!  En Uruguay no se conoce la cifra exacta de gitanos. Según la propia comunidad, serían alrededor de 400 personas. Pero puede haber un plus de población flotante proveniente de países fronterizos.  En Argentina se estima que residen 300.000 gitanos, y en Brasil entre 700.000 y un millón. En todo el mundo, las estimaciones varían entre diez y 12 millones de romaníes, según informes de Naciones Unidas.  
 
La discriminación al pueblo gitano encuentra en parte sus razones en el carácter cerrado de su comunidad. Esta situación provoca sospechas y temor.  Las particularidades generan rechazo a sus vecinos Uno dice: "se dedican a la compra y venta de autos, por lo general de coches caros", sostiene. "Los gitanos tienen una camioneta 4 x 4 durante un fin de semana y un par de días más tarde `andan a pata`", dice otro vecino y agrega: "no se quedan quietos ni un momento. Viene gente y va gente en forma constante.
 
El dicho `vivir como gitanos` es tal cual", concluye.  La cultura popular se encarga de reforzar una imagen negativa. Las películas y programas de televisión, los muestran como gente peligrosa, celosos de sus mujeres, siempre involucrados en negocios turbios.  Tal vez signo de esos prejuicios, la Real Academia Española le aplica el código al concepto de gitano. Una de sus acepciones es todo un juicio de valor: gitano es el "que estafa u obra con engaño".
 
Todo contribuyó a difundir estereotipos: ladrones, mentirosos, violentos, sucios, supersticiosos, vagos, seres al margen de la ley.  La tipología de sospechoso natural de los gitanos también los hizo protagonistas de grandes persecuciones. El 8 de septiembre de 1439 fueron expulsados de Francia, de toda Suiza en 1471, de toda Alemania en 1500 y de Inglaterra bajo pena de muerte en 1514. En el siglo XVII, Portugal los deportó a América. En Hungría y Rumania fueron esclavizados. En 1749, el rey Fernando VI organizó una cacería general de gitanos a la que llamó "La gran redada".  
 
El nazismo los incorporó a su lista de genocidio. En campos de concentración hubo 200.000 de ellos. Algunas fuentes mencionan cinco millones de gitanos.  Hasta 1978, la Guardia Civil española tenía recomendaciones especiales sobre los gitanos: "se vigilará escrupulosamente a los gitanos, cuidando mucho de reconocer los documentos, confrontar sus señas particulares, observar sus trajes y averiguar su modo de vida".  El sufrimiento sin patria y sin tierra es parte de la impronta.
 
Un viejo proverbio romaní asegura que el sentimiento permanezca en el folclore: Sa-muro trajo, beshlem be chengende, que traducido significa "entiérrenme de pie, toda mi vida he estado arrodillado".  ¡Oh Rom!, ¡Oh muchachos! Recorramos nuevos caminos. ¡Vamos! que la esperanza de tiempos mejores es la que nos guía cada día.  
 
Un posible origen. Un lindo país llamado Sind  
 
"Antes teníamos un gran rey, un gitano. Él era nuestro príncipe. Él era nuestro rey. Los gitanos vivían todos juntos en un mismo lugar, en un hermoso país. El nombre del país era Sind. Allí había mucha felicidad, mucha alegría. El nombre de nuestro jefe era Mar Amengo Dep. Él tenía dos hermanos. El nombre de uno era Romano, el nombre del otro era Singan. Eso era bueno, pero después hubo una gran guerra. Los musulmanes causaron la guerra. Transformaron al país gitano en cenizas y polvo.
 
Todos los gitanos huyeron de su país. Comenzaron a vagar como hombres pobres en otros países, en otras tierras. En ese tiempo, los tres hermanos partieron junto con sus seguidores, marcharon por muchos caminos. Algunos fueron a Arabia, otros a Bizancio y otros se fueron a Armenia". Leyenda gitana. La teoría más aceptada sobre el origen del pueblo romaní es que proceden de Punjab, una región que se encuentra en la frontera entre India y Pakistán. Sin embargo esta hipótesis no ha sido probada, y otras suposiciones más modernas señalan que sus raíces son hebreas. 
 
De cualquier modo, sus orígenes permanecen oscuros y han sido objeto de todo tipo de fantasías y leyendas. Algunas los consideran descendientes de Caín, quien luego de matar a Abel, fue condenado por Dios a vagar eternamente. "Cuando labres la tierra no te dará sus frutos: vagabundo y fugitivo serás sobre la tierra", sostiene el Génesis, y de ahí surge la leyenda del nomadismo gitano.
 
Otro mito, sobre el origen de los gitanos los señala como los ladrones de Cristo. Este acto aparentemente los habría condenado a errar por el mundo sin llegar a destino. Si nos atenemos a la versión más comúnmente aceptada, la cual sitúa a los gitanos originarios en la India, los primeros destinos del pueblo gitano habrían sido Afganistán, Irán, Armenia y Turquía. En el siglo XIV ya habrían llegado a Egipto y un siglo más tarde a Europa. 
 
En un primer momento fueron recibidos de buena manera por los reyes de los estados europeos que los veían como peregrinos cristianos. Pero con el paso del tiempo la situación cambió, y un siglo más tarde comenzaron a ser perseguidos debido a que no se adaptaban y no podían ser asimilados. En el siglo XIX viajaron a América. Los gitanos migraron hacia esta región al mismo tiempo que otros cientos de miles de europeos en busca de nuevas oportunidades. La última gran ola migratoria sucedió luego de la caída del Muro de Berlín en 1989. Los gitanos comenzaron a irse de los países del ex bloque socialista hacia las naciones ricas del Oeste. (*) Gelem Gelem (en romaní, "Anduve anduve").  
 
Fuente: ElPaísDigital.