España

 NICASIO VARGAS

«Hemos sido manipulados con la Feria Chica»

 

Nicasio Vargas en el barrio de San Lázaro. BRÍGIDO

Por: Juan Soriano - Merida - 19/10/2012

Nicasio Vargas conoció a su mujer en la Feria Chica de Mérida de 1972. Un mes después se casaron. Eran otros tiempos, otra forma de vida y otra cultura, la del pueblo gitano, que este año ha visto cómo se anulaba de nuevo una cita marcada en su calendario. Para Vargas, la Feria Chica es «una tradición tan arraigada en el pueblo gitano que está dentro de su forma de ser». Lo que empezó como una feria de ganado se convirtió en un encuentro social. Venía gente de todas partes (incluso de Francia y Portugal), se conocían los jóvenes, se hacían bodas. «Se convivía de una forma especial».
 
Sin embargo, el pasado año se suspendió la fiesta por distintos motivos. En esta ocasión, el Gobierno local reconoce que no tiene dinero para organizar ninguna actividad especial. La Feria Chica, que debía haberse celebrado el pasado fin de semana, ha vuelto a quedar en nada. Nicasio Vargas ha sido presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Extremadura. A principios de los 80 fundó Emerita Augusta, una de las primeras organizaciones del colectivo. En la actualidad lidera otra entidad, Nuevos Caminos, pero reconoce que no tiene actividad. Aunque ya no está en primera línea, sigue siendo un referente en la ciudad.
 
En su opinión, es comprensible que no se organicen actividades si el Ayuntamiento carece de fondos. Pero no comparte la forma en la que se ha tratado a la fiesta. «Entiendo que el dinero se utilice para otras cosas, pero estos temas no se pueden tratar de una forma casi despectiva». Según indica, apenas ha habido reuniones ni explicaciones por parte del Ayuntamiento. Considera que «hemos sido manipulados con la Feria Chica». A su juicio, la fiesta debería haber mantenido su razón de ser, como punto de encuentro y convivencia, en lugar de caer en la celebración de conciertos y otras actividades por parte de los políticos, de lo que también culpa a los propios gitanos.
 
Hacerse la foto
 
También critica la celebración de actos como el Día del Pueblo Gitano, que considera «una pantomima» que no llega al pueblo. «A los políticos solo les interesa salir en la foto», afirma. «Somos como los pañuelos de usar y tirar». Respecto a la actividad de las asociaciones, estima que «nacen porque quiere el político, no el pueblo gitano». En su día se animó su creación para que ejercieran de interlocutores, pero considera que solo han facilitado la manipulación por parte de las autoridades.
 
Tampoco cree acertadas las políticas de formación. En su opinión, los cursos que se organizan para gitanos no valen de mucho, ya que no suelen conceder ningún título oficial. «La prueba del fracaso de las asociaciones es ver cuántos informáticos hemos creado, cuántos fontaneros....». Para Vargas, la solución pasa por tratar al pueblo gitano con respeto, como a cualquier otro colectivo. «Diferentes, pero iguales». Como ejemplo, señala que ni los anteriores gobernantes locales ni los actuales le han concedido una cita para reunirse con él. «Eso demuestra cómo nos miran y qué valemos los gitanos».
 
Fuente: Hoy.es
 

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