España

«Aunque nos separen, queremos viviendas dignas»

Los 'bartolos' le replican a Lazcoz que ellos ya viven «en la sociedad»

 

Una vecina, en el polémico edificio. / JESÚS ANDRADE
Por: María Rego - Vitoria 12/02/2009
 
El Gabinete Lazcoz habló con claridad el pasado martes: el «camino de la reinserción social» es el único que conducirá a los 'bartolos' hacia el realojo. El mensaje fue contundente, pero el polémico clan no termina de entenderlo. «¿Qué pasa? ¿Nosotros no estamos ahora dentro de la sociedad? ¿Vivimos en el monte o qué?», se preguntaban ayer, indignados, algunos miembros de la decena de familias que conviven en el destartalado edificio.
 
Los residentes del número 68 de la Avenida de Los Huetos se mostraban sorprendidos ante la última respuesta del Gobierno municipal después de «meses sin que nos cojan el teléfono». Hace un año que se retomó el debate sobre su traslado a otros barrios de la ciudad pero, tal como ocurrió durante los mandatos de José Ángel Cuerda y de Alfonso Alonso, el asunto permanece congelado. Esta vez, hasta que los 'bartolos' «se socialicen, se integren en la sociedad», insisten en el Ayuntamiento. Ellos replican que son «como todo el mundo. Vivimos en la ciudad, tenemos vecinos y nuestros niños están escolarizados. Sólo queremos una casa en condiciones».
 
Para los gitanos que viven frente a la planta de Mercedes, el problema es «la mala fama que nos ponen y, por eso, cuando dicen que nos van a llevar a uno o a otro barrio, la gente no quiere y se pone en nuestra contra», se queja 'la María' en presencia de varios parientes. Algunos de ellos aseguran que se han montado su propia casa dentro de una furgoneta porque «cualquier sitio es más seguro que este edificio».
 
«Por los niños»
 
Los 'bartolos' no aguantan más entre humedades y grietas y, aunque hace un tiempo se resistían a ser realojados por separado, ahora se muestran dispuestos a tomar caminos diferentes. «Nos da igual que nos separen, lo que queremos es una vivienda digna donde poder estar tranquilos», aseguraban ayer. Las familias aceptarían ser repartidas por diversos inmuebles y barrios de la ciudad porque «lo más importante es que los niños estén en un piso normal».
 
Sus habitaciones se encuentran desde hace tiempo sin luz ni agua caliente y «los críos están cayendo enfermos», advierte esta enorme familia compuesta por 50 adultos y 30 menores. Pero el deterioro del edificio responde, a juicio del edil socialista Juan Carlos Alonso, a una desobediencia por parte del clan del «deber de conservación».
 
Para esto también tienen alguna respuesta. «Ya hemos arreglado la parte trasera de la casa», anuncia una de las vecinas. Los 'bartolos' están decididos a seguir todas las indicaciones municipales para lograr su realojo aunque, recalcan, «somos vitorianos y vivimos en Vitoria de toda la vida. No entendemos a qué se refieren con la reinserción».
 
 

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