España

Un gran incendio acaba con el asentamiento gitano de El Cavero 

50 familias gitanas tuvieron que salir con lo puesto. Los bomberos desplazados hasta el lugar de los hechos, tardaron cinco horas en controlar el fuego

Foto: Víctor Ballesteros

Por: Jorge Fraguas - Olías del Rey - 13/05/2010

Un gran incendio en el asentamiento gitano de El Cavero, en Olías del Rey, arrasó ayer parte de un edificio propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social y obligó al aproximadamente medio centenar de familias gitanas, a la sazón unas 160 personas, a tener que salir de sus ‘viviendas’ con lo puesto dado el peligro que las llamas entrañaban. A pesar de la gravedad del incidente, los daños personales han sido inexistentes, como confirmó a La Tribuna el primer edil de Olías, Luis Miguel Hernández.

El suceso, originado por causas desconocidas -aunque Hernández apuntaba como posible causa el fuego de una cocina o una estufa-, comenzó sobre las 14,00 horas, y tuvieron que pasar hasta cuatro para que los bomberos desplazados hasta el lugar de los hechos lo tuvieran más o menos controlado, algo que finalmente se produjo sobre las 19,00 horas, momento en que empezaron a retirarse algunos de los medios movilizados, según fuentes del Consorcio Provincial de Extinción de Incendios y Salvamento.

En un primer momento, hasta el lugar de los hechos se desplazó una dotación del parque del Consorcio en la capital, pero los efectivos pronto se dieron cuenta de que iban a necesitar refuerzos para acabar con las llamas, entre otros motivos porque no se podía actuar desde dentro, dada la ingente cantidad de basura que había en el interior, con lo que la carga térmica era altísima. Haber optado por sofocar las llamas desde el interior hubiera supuesto poner en riesgo la vida de los bomberos. De ahí que durante las primeras horas sólo se refrigerase la zona desde el exterior del edificio.

Se trata de unas instalaciones que se diseñaron a principios de los años 70 como residencia para mutilados civiles, después se planteó dedicarlo para ampliar el hospital de Parapléjicos y más adelante como centro de formación, pero en 1986 fue ocupado por familias de etnia gitana y en la actualidad viven allí casi medio centenar de familias, dijo el regidor municipal, que añadió que al principio la ocupación del edificio fue intermitente, hasta que finalmente el asentamiento fue constante.
 
Los bomberos del Consorcio indicaron que las llamas se centraron en un ala del edificio, formado por un pasillo del que salen habitaciones -siguiendo el patrón arquitectónico de un hospital- que son las que los gitanos usaban como vivienda. En todas ellas había gran cantidad de enseres que prendieron como la pólvora, incluyendo bombonas de butano que explotaron durante el fuego, lo que también dificultó las labores de extinción.
 
A este respecto, personal del parque de Toledo señalaba que en primer término lo que se trató fue de evitar el contagio al resto de dependencias del edificio, lo cual se consiguió, pero no sin ciertas dificultades. La principal fue la falta de agua, así que hasta que no llegó una nodriza y otras dotaciones, el trabajo de los efectivos estuvo un tanto limitado por la escasez del líquido elemento, que no era bastante para la magnitud de las llamas.
 
La nave afectada es más que probable que termine desplomándose, ya que se trata de un edificio de hace varias décadas que nunca ha estado sometido a mantenimiento, por lo que se encuentra bastante deteriorado, aunque ese sería el mal menor, ya que los habitantes no sufrieron heridas de ninguna consideración. De hecho, los recursos sanitarios desplazados hasta el lugar de los hechos no tuvieron que intervenir, por lo que, tras un rato, se marcharon. No ocurrió lo mismo con los enseres de las familias, que quedaron completamente calcinados.
 
Fuentes del Consorcio comentaron que al principio se vivieron ciertos momentos de pánico, ya que eran muchos los gitanos que allí vivían y, por tanto, muy complicado el recuento. No obstante, tras unos primeros minutos de incertidumbre, no se echó de menos a nadie, lo que hizo que los bomberos centraran su atención en el exterior, puesto que en el interior «sólo había basura y no vamos a arriesgar la vida de nadie por eso».
 
El alcalde de Olías señaló que los Servicios Sociales del Ayuntamiento han venido trabajando con las familias desde hace años, especialmente en lo referente a la escolarización de los niños, ya que están empadronados en el municipio.
 
El regidor oliero aseguró que durante todos estos años no ha habido ningún problema. De ahí que la situación de ocupación del inmueble fuera «consentida», toda vez que los problemas eran inexistentes. Asimismo, apuntó que las ‘viviendas’ no contaban con agua corriente. De hecho, sólo un grifo en el exterior sirve para abastecer de agua a las más de 150 personas. Por lo que respecta a la corriente eléctrica, el primer edil no pudo precisar si la había o no, pero dijo creer que una parte del edifico sí contaba con electricidad, por lo que no se descarta, manifestó, que haya podido ser un cortocircuito la causa del suceso.
 
Desde el 112 informaron que los recursos que se activaron desde el teléfono de emergencias fueron Policía Local de Olías, Guardia Civil, bomberos del Consorcio (que acudieron desde Toledo, Illescas y Santa Olalla con todos los efectivos disponibles), bomberos del Ayuntamiento de la capital, forestales del Centro Operativo Regional de Incendios, una UVI móvil, una ambulancia de emergencias y voluntarios de las agrupaciones civiles de Bargas, Olías y Numancia de la Sagra.
 
A última hora de la tarde aún no se sabía que iba a pasar con las familias. Los menores sí fueron trasladados al centro social de Olías, donde estuvieron atendidos en todo momento. Para los mayores estaba disponible el albergue de Seseña, al que serían trasladados por Protección Civil, aunque querían quedarse en el edificio, en la zona no afectada.    

Fuente: La Tribuna Digital

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