Para ello, indicó la concejala de Bienestar Social, María José Martínez Velarte «el apoyo familiar a los escolares es decisivo, los padres tienen que alentar a quienes despunten en los estudios, darle la importancia que tienen los logros académicos de sus hijos».

 

Así se puso de manifiesto ayer durante el Encuentro de Jóvenes Estudiantes y Familias Gitanas, que se desarrolló ayer en La Alhóndiga con la participación de cerca de 200 personas de esta etnia procedentes de diversos puntos de la comunidad autónoma, como León y Salamanca, un colectivo que en Zamora supone un 1,2% de la población censada, en torno a 900 habitantes.

 

La alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, indicó minutos antes de que diera comienzo el encuentro que desde el Ayuntamiento «planteamos promover la formación como una manera de garantizar la igualdad de oportunidades, a postar por la continuidad de los estudios en Secundaria y Formación Profesional como garantía de un futuro mejor para estos jóvenes y, a nivel de colectivo, es una manera de reivindicar sus derechos».

 

Maternidad

 

Durante la sesión, Valdeón incidió en las ayudas que existen para la continuidad de los estudios, como las becas y servicios como el de guardería para madres jóvenes, «de manera que no entiendan la maternidad como un límite, sino un apoyo, como al resto de la población, para conciliar su vida familiar sin tener que abandonar los estudios. Que tengan hijos muy jóvenes no debe impedirles que desarrollen su proyecto vital».

 

Salir de la exclusión

 

Mar Fresno, directora territorial de la Fundación Secretariado Gitano en Castilla y León, explicó que hasta 6º curso de Enseñanza Primaria la situación «está bastante normalizada». Es en 1º de Secundaria cuando el salto se hace muy grande. «El 80% de los estudiante no concuyen los estudios obligatorios», señaló esta experta. Uno de los motivos hay que buscarlos en que «hasta hace 25 años la educación no ha sido obligatoria y, además estas familias no han vivido la importancia de la formación para labrarse un futuro y poder salir de la exclusión social».

 

Por ello, subrayó, es importante «trabajar mucho la motivación con los alumnos, realizar un seguimiento y que reciban apoyo escolar como otros escolares que lo necesitan».

 

El caso de las niñas gitanas, reconoce, «es mucho más sangrante» porque, por lo general, ni siquiera se incorporan a la ESO. Pero, Mar Fresno hizo hincapié en que «cuando estas jóvenes consiguen continuar sus estudios, acaban con mayor porcentaje de éxito que los niños, luchan y buscan apoyos externos y concluyen la ESO con éxito». En este sentido, la alcaldesa puntualizó que «hay que trabajar más con ellas, porque cada vez hay más mujeres gitanas que han aprendido a ganar su independencia y es importante apoyarles en este empeño».

 

Experiencias

 

Para concienciar a los padres de la importancia de que los adolescentes no abandonen sus estudios, tras la presentación del programa de becas tuvo lugar en La Alhóndiga una mesa de experiencias, en la que un grupo de estudiantes gitanos contaron cómo se desenvuelven en el ámbito educativo y también en el plano laboral. Especial eco tuvo el testimonio de David León Fernández, un joven diplomado en Empresariales por la Universidad de Salamanca que en la actualidad trabaja como empleado de banca.

 

Tras una representación teatral y de danza, a cargo de un grupo de jóvenes, una merienda clausuró el encuentro.