España

Proyecto municipal para acabar con el conflictivo barrio de El Polvorín en Castellar

 El objetivo es reubicar a las familias gitanas que allí habitan en otras viviendas

Uno de los vecinos pasea por el barrio de El Polvorín, a las afueras de Castellar. Foto: Agustín Muñoz
 
Por: José Rodríguez - Jaén - 25/06/2009

El Ayuntamiento de Castellar agiliza al máximo los trámites para acabar con uno de los focos de marginalidad del municipio, el barrio de El Polvorín. Sobre estas casas, pesa un expediente de demolición. El objetivo es reubicar a las familias en otras viviendas para, así, favorecer su integración.

Son un conjunto de casas en ruinas, viviendas que parece increíble que todavía aguanten en pie y que constituyen un auténtico gueto en Castellar, algo llamativo en un pueblo que no llega a los tres mil seiscientos vecinos. Es el barrio de El Polvorín, ocupado por familias gitanas que, en mitad de la convulsión social que se vivió en el municipio, a finales del año pasado, a raíz de un enfrentamiento entre payos y calés, se hizo famoso.
 
Allí residen familiares de uno de los detenidos en el enfrentamiento, los García Fajardo, y allí tienen su domicilio el grupo de mujeres que denunciaron que habían sido víctimas de una agresión por parte de un grupo de chavales. El Ayuntamiento quiere que la zona deje de ser un foco de marginalidad y, para ello, apuestan por una solución tajante, echar a bajo la barriada entera.
 
El alcalde, el socialista Pedro Magaña, precisa que ya está en marcha un expediente de derribo, una acción municipal que sólo se retrasa por los problemas que tiene la Administración local para obtener los permisos judiciales que les den la vía libre para entrar con una excavadora que arramble con todo. Una cosa está clara, como precisa el regidor, acabar con el barrio implica que los familias que lo habitan se mudarán a una nueva vivienda, posiblemente, en el barrio de las Casas Baratas, donde están instalados la mayor parte del centenar de gitanos que conforman esta comunidad en Castellar. Para ello, el Gobierno local está en conversaciones, muy avanzadas ya, según Pedro Magaña, con la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA).
 
Plan de integración a raíz de las tensiones sociales vividas 
 
Lo de acabar con el barrio de El Polvorín es una de las patas en las que descansa el plan de integración que, a raíz de las tensiones sociales vividas en Castellar, impulsa el Ayuntamiento en colaboración con el resto de administraciones públicas. “Lo ocurrido sirvió para que, como quien dice, las dos partes, teóricamente en conflicto (payos y gitanos), reflexionaran”, afirma el máximo responsable municipal que aclara que, entre otras iniciativas, se trabaja para explicar que, una disputa entre payos y gitanos, sea por el motivo que sea, tiene que ser resuelta de la misma forma que una pelea de cualquier otro tipo, de forma individual, sin implicar al resto de individuos del grupo.
 
En el aspecto social del programa, también se trabaja para lograr que el absentismo de los escolares gitanos sea mínimo o para lograr que las familias de esta etnia tengan hábitos saludables. Además, como precisan desde el Gobierno local, se facilita la inserción laboral de los gitanos, una de las claves para lograr su integración. Ayer mismo, comenzó un Taller de Empleo de jardinería, destinado a este colectivo. También, por primavera vez, calés de Castellar  tuvieron la oportunidad de beneficiarse del Programa para el Fomento del Empleo Agrario. Gracias a estas acciones, como juzga el alcalde, la calma, después de la gran tensión vivida hace unos meses, ha vuelto.

Fuente: diariojaen.es

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